Si supieran las veces que he intentado dejarlo, cuántas veces luche por obtener la daga que me quitaste, cubrirte tus venas de sangre juzgarte de ser el propio dios de tus sueños, pero simplemente eres el inerme ejemplo caído del Carontes, el que va del fuego-infierno a ser devorado por el tiempo pulmón.
Atención a los locos: brilla pero es fantasía, risa malévola, oh cemento caído...solo erás una balsa herida.
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