viernes, 1 de febrero de 2008

Sunshower

Con aquella respiración deficiente
bajo la ausencia del día,
aquella mira las estrellas
florecidas y dilatadas
de sus sueños,
los frutos luminosos
deciden:
¡jaula o precipicio!
Su cuello eléctrico
como un volcán
de deseos...
Como una tierra de milagros
con la saliva natural
del beso eterno.

1 comentario:

Marcelo Venegas Maldonado dijo...

Y las estrellas casi se ahogan alla arriba, por eso centellean, por eso parecen palpitar, por eso su luz fue primero fuego, y ese fuego fue tambien consumicion, saliva ardiente y precipicio...