Quisiera tanto que mis palabras pudiesen ser hilo para remendar tus ropas, esos géneros de infinitos colores que se confunden con la selva y las aves azules.Quisiera tanto que el calor de la hoguera acariciara tu rostro hasta secar tus lágrimas y que nunca volvieran a surcar tus mejillas.Quisiera tanto encontrarte solo donde está el vendedor de milagros, ya que en eso te has convertido en...mi quimera.
domingo, 19 de agosto de 2007
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